miércoles, 5 de septiembre de 2018

Síntomas tercer trimestre


Bienvenida al tercer trimestre. Después del maravilloso segundo apenas te acuerdas de los molestos síntomas del primero, pero siento decirte que esa sensación de "yo puedo con el mundo" se va convirtiendo en un "oh Dios mío cuanto pesa el mundo" hasta que llegas al "vale, genial, ahora yo me he convertido en la bola del mundo, quizás si ruedo llegue antes al baño que deambulando".

Las contracciones de Braxton Hicks cada vez son más continúas, son indoloras, pero cada día más intensas. Notas como se te pone la tripa dura como una piedra. Y según avanzan las semanas, te ilusionas cronometrándolas a ver si así el momento llega antes. Pues no, te da igual que las cronometres, cada 10 minutos y con una duración de un minuto llevo una semana y va a darme igual.

Dormir ya es misión imposible. Y tienes que seguir aguantando esos comentarios de "aprovecha ahora para dormir, que luego no vas a poder". Ya no tienes esa energía que tenías en el segundo trimestre, y cada vez que quieres levantarte por la noche para ir al baño te entran ganas de movilizar a alguna empresa de grúas. El dolor en las caderas y la debilidad en las rodillas (ya cansadas por el sobrepeso que soportan) te hace sentir torpe y aún más pesada, y un viaje al baño se puede asimilar a una ruta por el monte de 10 km, sobretodo si tienes que subir y bajar un tramo de escaleras. Sí eso no es un problema para ti no temas, hay más cosas que hará que dormir sea casi imposible, el dolor de caderas se hace insoportable, no aguantas la postura más de 10 minutos, y si lo haces serán los calambres en las piernas los que te despierten o el "síndrome de las piernas inquietas" que te impide coger postura y te obliga a moverte continuamente.

El dolor en las muñecas y las manos es algo que desconocía totalmente y que me está fastidiando un montón. Cada mañana abrir el brick de leche o el bote de cacao por mi misma es imposible.Es el "síndrome del túnel carpiano", que se debe a la presión del nervio por los tejidos adyacentes. Todo se debe a la retención de líquidos, culpables también de que tus pies parezcan un par de botas y tus dedos morcillas.

Sentir al bebé moverse sigue siendo una sensación indescriptible, pero hay que reconocer, que ya sin espacio, hay movimientos que comienzan a ser molestos, aunque no queramos dejar de sentirlos por nada del mundo.
El flujo vaginal es cada vez más denso y con mayor presencia, así que lo ideal es cambiarse de ropa interior las veces que sean necesarias, a parte de por salud, por higiene, ya que al menos para mí, el olor también es más fuerte.

Las mamis dicen que otro efecto terrible es el estreñimiento, los movimientos peristálticos del cuerpo se han reducido por las hormonas, y los esfuerzos al ir al baño pueden ocasionar la aparición de hemorroides. Por suerte, en nuestro caso no hemos sufrido para nada estos síntomas.

La acidez, y el reflujo también es otro síntoma molesto que reaparece en el tercer trimestre, sobre todo al irse a la cama, esto se debe al aumento de la progesterona, que relaja la válvula de entrada al estómago y nos provoca este maravilloso malestar. Para prevenirlo, trata de cenar con bastante tiempo de anticipación de irte a la cama, haz muchas comidas cortas y espaciadas, y prueba con yogures y otros alimentos que te ayuden a tolerar los síntomas. Por la noche trata de evitar tomate, cebolla, pepino y esa clase de alimentos.

Algo con lo que debemos aprender a vivir estos últimos meses es el dolor lumbar. Según el peso que hayas cogido tanto tú, como el bebé, si es uno o más, si mantienes un embarazo activo, si realizas ejercicios para mejorar la flexibilidad y relajar la espalda... Todos esos factores influirán en que el dolor sea más llevadero o más agudo. Trata de evitar los tacones, permanecer muchas horas de pié o en la misma postura, la natación o pilates pueden ser tu mejor aliado para esto, trata de mantener una correcta postura corporal, etc.

Otro síntoma que resulta bastante molesto, sobre todo para nuestra pareja, son los ronquidos. Sí queridas, durante la recta final del embarazo se inflaman las vías respiratorias, como todo el organismo, y esto hace que ronquemos, bueno, en mi caso, más que roncar, invoco a Satán o sueño que soy una moto, según la noche. Y eso, sumando a que no paro porque no cojo postura, al lanzamiento de almohadas a cabeza ajena, etc. Gracias a todo esto mi mujer no quiere dormir conmigo, pobre, la entiendo perfectamente.

A parte del dolor en las caderas, con la rotación de estás, comienza la temporada de andar a lo pato, y por mucho que quieras evitarlo amiga, patita serás. Eso y que el ritmo de tu marcha se realentizará al mismo que abuela con tacatá.
La fatiga es terrible, yo, que siempre me he considerado una mujer con una forma física bastante aceptable, ahora me fatigo por levantarme del sofá e ir al baño. El tamaño del útero es tan grande que no permite a tu diafragma expandirse para poder coger aire, así que esa sensación de ahogo se va agudizando a medida que pasan las semanas. Por otro lado, en mi caso y en el de muchas otras, la aparición de la anemia también afecta, y nos deja totalmente hechas polvo.

Los dolores de cabeza también aparecen más agudos en este tercer trimestre, supongo que tanta retención, tanta hormona, el cansancio y la falta de sueño tengan algo que ver, la verdad es que no he mirado mucho al respecto, pero ahí están.

El dolor genital puede estar presente durante todo el embarazo, aunque lo más normal es que aumente a medida que esté llegue a término. Pueden presentarse como calambres a lo largo del canal del parto hasta la vagina, y esto acompañado de los típicos dolores "de regla" y sumado a la inseguridad que te genera la sensación de "¡Oh Dios mío que me meo encima!" O de que se te va a escapar algo (por muchos Kegel que hagas), harán esta temporada aún más amena y divertida.

Gracias por leernos, como siempre, si consideras que se nos ha escapado algo, no dudes en hacérnoslo llegar. Un besazo gordis.

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