Hoy no quiero compartir datos, informes o porcentajes. Hoy solo quiero desahogarme.
Ser madre primeriza no es fácil, eso todas lo sabemos, y en la mayoría de ocasiones no por el bebé, sino por todo lo demás, y si además pretendes criar a tu hijo de "manera diferente", prepárate.
Siempre tuve muy claro que la crianza de mi hijo sería basándome en la "crianza con apego", algo que me está pasando factura, sobretodo desde mi reincorporación laboral tras la baja por maternidad. Para que me entendáis mejor, os dejo aquí los ocho principios son de la crianza con apego:
•Preparación para el embarazo, el nacimiento y la paternidad.
•Alimentación con amor y respeto.
•Respuesta sensible a las necesidades del bebé desde que nace.
•Contacto materno el mayor tiempo posible.
•Propicio del sueño seguro físicamente y emocionalmente.
•Propicio del cuidado cariñoso constante.
•Práctica de la disciplina positiva.
•Búsqueda del equilibrio entre la vida personal y familiar.
•Alimentación con amor y respeto.
•Respuesta sensible a las necesidades del bebé desde que nace.
•Contacto materno el mayor tiempo posible.
•Propicio del sueño seguro físicamente y emocionalmente.
•Propicio del cuidado cariñoso constante.
•Práctica de la disciplina positiva.
•Búsqueda del equilibrio entre la vida personal y familiar.
No parece muy difícil de comprender ¿no? Y ahí está la cuestión, fácil de entender sí, pero parece imposible de respetar. Ya sabemos que en este país de política y medicina todo el mundo opina y sabe más que nadie, pues de criar a los hijos de los demás también, y yo misma he metido la pata alguna vez, por supuesto, y pido perdón por ello.
La crítica continua a la crianza con apego puede ser muy agotadora y exigente para los padres. Sin la ayuda de amigos o de la familia, el trabajo de la crianza puede ser difícil. Y yo estoy en el punto de o mando a la mierda a todo el mundo o al final ellos me ganan. Comentarios como "vas a hacer al niño tonto", "el niño tiene que ser sociable", "vaya tontería que tienes", "te está cogiendo la sobaquera", "le estás acostumbrando al brazo y ya verás", "hay que dejarles llorar", etc., Son con los que tengo que lidiar cada día, que junto a la falta de apoyo me hacen dudar hasta de mi propia capacidad para ello.
Quiero gritar que no estoy haciendo a mi hijo tonto, trato de enseñarle que es capaz de cualquier cosa, y que sus madres están para ayudarle a conseguir cualquier cosa si lo necesita. Mi hijo será sociable, pero con quién él quiera, no porque a ti se te antoje cogerle, el niño va a tener que corresponderte, aunque sea un bebé, sigue siendo una persona y tiene derecho a que no le gustes o le apetezcas, así de simple. "Vaya tontería que tienes"... Ese comentario duele, sobre todo si es de alguien cercano, la gente se olvida de cómo fueron ellos, soy madre primeriza, quiero criar a mi hijo de esta manera, y si digo que quiero o no quiero algo para mi hijo, espero que se respete, punto. Y así con todos los comentarios.
Otra cosa que duele, es que con la vuelta al trabajo el tiempo que podéis compartir es mucho menor, y si además tienes más obligaciones ya ni te cuento, ese tiempo, le quieres solo para ti, y no puedes, porque la gente no entiende que ese ratito no lo puedas compartir, y de pronto, ves que has pasado de estar 24horas con tu bebé, a tenerlo tan sólo unas pocas y poder disfrutar menos de la mitad, y te entristece profundamente, y la falta de comprensión te hace sentir aún peor, y caes a un punto que jamás imaginaste. Además, la dificultad para tener nuestros ratitos hacen que nuestra lactancia esté dando sus ultúlti coletazos, por lo que la frustración y el "duelo" aumenta.
El apoyo es fundamental, al igual que en la lactancia debe ser el papá o la otra mamá quién muestre siempre su apoyo y comprensión, aunque a veces le cueste hacerlo, es la figura clave para que la crianza con apego pueda seguir adelante, aportando la confianza que en muchas ocasiones le faltará a la madre.
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