Dormir durante el embarazo parece una tarea sencilla, tu limítate a gestar y punto, pero la cosa no es tan fácil como parece.
Te acabas de enterar que estás embarazada, enhorabuena. Durante el primer trimestre puede que te acompañen varios síntomas, uno de ellos el cansancio general, te quedas dormida en cualquier sitio, recuerdo que Mami a las 11 de la noche ya estaba roncando a pierna suelta. Al no tener aún barriga, la postura no afecta, y dormir se hace más fácil durante estos primeros tres meses.
Pero de pronto llega el según trimestre, el mejor trimestre del embarazo, al menos para nosotras. De.pronto sientes un subidón de energía, los molestos síntomas del primero desaparecen, empiezas a notar moverse a tu bebé, la barrigota empieza a asomar... Peeeeero, la hiperactividad llega, y necesitas mucha actividad para caer rendida y dormir 8 horas seguidas. Tu cerebro se está preparando para la llegada de tu pequeño, así que cualquier sonido te desvela, Eso por no hablar de tu temperatura basal, tu bebé es un bollito, y tu cuerpo un horno que lo está haciendo a fuego lento, así que si es verano, prepárate para sudar y sudar. Por otro lado, como es nuestro caso, puedes ser una de las afortunadas de sufrir el famoso insomnio del embarazo. Mami dormía unas 5 o 6 horas, y con eso la bastaba para recargar energías, eso sí a las 3 de la mañana cada noche los ojos como platos hasta las 4, y nada de siestas apenas durante estos meses, aunque qué bien sientan...
Pero de pronto llega el tercer trimestre, Y la cosa se va poniendo peor... Te sientes como una pelota de pilates, para levantarte de la cama tienes que hacer la croqueta, coger postura es imposible por mil almohadas que uses, la acidez estomacal te acompaña durante los primeros minutos en la cama, la ropa te sobra, las sábanas te pesan, el peso del bebé, útero y demás te ahoga en cuanto te mueves y no dejan de "subirte las bolas" mientras duermes, te metas cada dos horas... Además de todo esto, tendrás que aguantar a la lista que te para por la calle y te suelta eso de "aprovecha para dormir ahora que luego...", Señora, ¡váyase a la mierda!
Mami desde el principio tuvo mucha barriga, así que para poder dormir, comenzó a usar almohadas muy pronto. Siempre una entre las piernas y otra más pequeña dando apoyo a la tripota. El tema de la ropa ya es más personal, en febrero en Cantabria hacía frío, pero según avanzaban los meses sobraba todo, y estaba encantada sin tener nada más que unas braguitas y la sábana. A día de hoy no la hables ni de sábanas, solo diré que ni los mosquitos se atreven a picarla... Siempre trata de dormir sobre su lado izquierdo, ya que tanto la insisten, aunque cada noche practica lanzamiento de almohada a cabeza ajena y suele aparecer del lado derecho en el sitio de Mamá, y no te atrevas a decirla nada... Así que como consejo para estos últimos meses te diría: compra una cama donde puedas perderte, compra almohadas para todo el edificio, urbanización o barrio (o igual te arreglas con una de embarazo), olvídate del pijama, deja los arrumacos y los abrazos para otro momento en el que no te sobre hasta la piel, procura cenar pronto para evitar en lo posible la acidez y ya que estamos consigue un orinal, Mami cualquier día cae rodando modo bola de piedra de Indiana Jones por las escaleras en una de sus mil visitas al baño.
Seguro que me dejó mil cosas, pero bueno, aparte de por un par de chorraditas, dormir durante el embarazo es una maravilla.
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