¿Recuerdas el día que te enteraste que estabas embarazada? Y ¿Recuerdas esos minutos de inmensa felicidad? Cuántos minutos pasaron hasta llegar a las dudas o miedos? ¿Seré buena madre? ¿Vendrá bien el niño?¿Estará bien implantado?...
Cómo humanas, no estamos capacitadas para disfrutar de un instante sin que dudas o preocupaciones nos asalten. El primer miedo al que nos enfrentamos tras un tratamiento es siempre a ese negativo, y por mucho que hagas no puedes hacer nada para cambiarlo ni evitarlo, ni el que te compres el mejor test del mercado te da más posibilidades, ni que te los repitas lo va a cambiar ( que nos lo digan a nosotras que hicimos 11 por si acaso). También está el de ovulo fecundado pero sin implantación, y como vino se fue y tu sin enterarte (gracias a las Diosas).

Otro miedo que puede que te acompañe durante el primer y segundo trimestre es si tu bebé está sano. Siempre dices, eso no me va a pasar a mi, pero por dentro empiezan a bombardearte preguntas: ¿Y si cargué demasiado peso y le hizo daño? ¿Y si tiene alguna enfermedad cromosómica o genética? ¿y si he comido algo que le ha podido provocar alguna malformación? ¿y si...? Hay un montón de preguntas, y el miedo campa a sus anchas y tu, tratando de poner orden a todo ese caos en tu cabeza enseguida te verás superada por las hormonas, si amiga, estás jodida, es como volver a la adolescencia, eres un montón de hormonas con patas que no tiene control sobre sus sentimientos, emociones y carácter. Así, que volvemos a lo anterior, para obtener respuestas, hay que esperar.
Más miedos que suelen aparecer es eso de "¿Seré buena madre?, pues mira chica, seguramente no, seremos un desastre como toda primeriza, pero a base de instinto y mucho amor saldremos adelante, y al final será un desastre precioso. ¿Y si lo que me dijo Fulana era cierto y...?, ¡MIERDA! lo que te diga Fulana es lo que hizo Fulana, tu no tienes porque hacer lo mismo, no tienes porque cometer sus mismos errores, comete los tuyos propios, cree en ti y haz lo que te nazca en cada momento, es un momento único, no dejes de hacer lo que quieras por lo que te digan los demás, eso sí, si lo que te nace es meterte una botella de Jaguer entre pecho y espalda, fumarte cuatro porros, y hacer un Maradona, entonces quizás sea mejor que esta vez, y el resto, sí hagas caso de lo que te diga Fulana.
¿Y qué me decís de ese miedo a engordar demasiado? Pues mira chica, habértelo pensado mejor, está claro que tu cuerpo se va a convertir en el balón azul de Nivea, pero desde mi punto de vista compensa, así que enseña tripa, luce celulitis y siéntete orgullosa de cada kilo, eso sí, no seas gocha y controla un poco lo que comes, pero eso lo dejamos para otra entrada.
Y será por miedos, podíamos estar aquí eternamente enumerando, describiendo y riéndonos de ellos, que al final es lo que hay que hacer con cada uno de ellos. por el momento solo puedo recordarte que aunque nos moleste como ese pelo enquistado en la ingle, tenemos que tener paciencia, ya que en esto, lo único que nos da respuesta es el tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario